Hannia Hoffmann
Poesía de Hannia Hoffmann: Reflejos Virtuales


Fábula
Uno
Mujer
Somos
Tiempo
Encuentro
Soy
Sensaciones
Sonidos
Concierto
Fotógrafo Pintor


El Jardín del Silencio



Reflejos Virtuales



Ensueño



Juego Canto






  • Este es un mundo lleno de poemas,
    de pequeñas historias que
    nos despiertan el alma niña
    y la llevan en vuelo
    hacia otros mundos:
    los mundos de los otros.

    Fábula

    Había una vez un pájaro
    que vió una mariposa
    posada en una flor;
    y los bellos colores
    de aquel insecto alado
    lo llenaron de amor.

    El pájaro cantaba
    seguro de que, un día,
    aquella mariposa
    sería su compañera.

    El pájaro insistía
    en aquella aventura:
    pero la mariposa
    no lo quería aceptar,
    porque algo,
    en sus adentros,
    la hacía recelar.

    -"¡Somos tan diferentes!
    -decía la mariposa-
    Mira los de tu especie;
    con seres de la mía
    se suelen alimentar".

    "Es más,
    - aún le explicaba-
    ¡ yo antes era un gusano !
    no imaginas, siquiera,
    cuán fea me veía".
    -"Tienes alas y vuelas,
    -el pájaro decía-
    vuelas igual que yo.
    Y juntos volaremos
    sobre valles y mares,
    muy muy lejos de aquí".

    -"Tal vez tú quieras irte,
    -dijo la mariposa-
    mas yo aquí
    estoy muy bien.
    No quiero ser tu novia,
    menos tu compañera:
    porque tú eres un pájaro
    y yo una mariposa.
    Volamos en dos cielos
    que son muy diferentes;
    las flores que libamos
    ¡créeme...
    no son las mismas!

    y no quiero que, un día,
    pierdas algún amigo
    porque intente comerme,
    en su instinto de pájaro".

    -"¡Dejaré mis amigos,
    dejaré mis hermanos!
    Y daré lo que sea,
    por estar junto a tí:
    surcaremos, volando,
    los cielos y los mares,
    libaremos las flores:
    ¡Nos iremos de aquí!"

    -"¡No quiero marcharme!
    ¡Despierta en tu sueño!
    ¡Regresa con los tuyos
    y busca una hermosa ave
    que te haga muy feliz!

    Soy una mariposa
    y tú un hermoso pájaro,
    admira mis colores,
    si lo quieres así.
    y cuando lo desees
    ven, ¡vuela junto a mí!

    Mas, no pienses cambiarme,
    no trastornes mis horas,
    disfrutemos las flores
    y sintamos el Sol.
    ¡Quiero ser mariposa
    y me gusta cómo eres!
    ¡Mira cuán son distintas
    mis alas de las tuyas!
    ¡Mira cómo mis horas
    las leo en otro reloj!
    Ven, compartamos tanto
    cuanto nos lo permita
    lo distintos que somos.
    No te me acerques mucho.
    No te marches de aquí."

    Uno

    No quería confundirse
    en el abismo profundo de la inercia.
    Bastaron unos años, se dió cuenta
    de que el mundo era hermoso y redondo.

    "Caminando tranquilo por el tiempo
    con la profundidad azul del mar -se dijo-
    no podrá confundirme la nostalgia
    ni podrá derrotarme la tristeza".

    "Soy un mundo pequeño y tan inmenso
    como la inmensidad del Universo.
    Soy un mundo completo e inconforme,
    lo tengo todo y nada tengo "-supo-.

    "Déjalo ser -se convenció- que el tiempo
    te puede deparar bellos caminos:
    frescos como la sombra de los árboles,
    tiernos como la rosa y sus espinas,
    duros como una piedra y, sin embargo,
    déjalos ser, que, aún siendo negativos,

    podrán dar el contacto necesario
    para que se produzca la energía".

    Y siguió caminando por el tiempo:
    el presente es el agua que se bebe,
    el pasado lo tiene asimilado
    y el futuro existe, está en potencia.

    Lo deja ser, va siendo, y sin embargo
    todo lo va absorbiendo intensamente,
    va siendo, va existiendo, va viviendo
    como si fuera un ser diferente.

    No quiere ser espectador de la existencia,
    está dentro del juego: limpio o sucio.
    ¡Es tan grande el Universo! Y, sin embargo,
    él es tan grande como el Universo.

    Mujer

    Tras unos ojos negros el silencio
    y una sutil presencia...

    La lluvia fina humedece un jardín
    y los rayos de Sol
    iluminan las gotas, una a una.

    Y cada gota de agua es un hilo de plata
    que ha de tejer un hada misteriosa:
    es un hada que vive en el silencio
    y domina las aguas y la noche.

    En el jardín, un colibrí que danza:
    la música es el viento.
    No puede estarse quieto.
    Sus alas son la risa,
    todo su ser es danza
    e ilumina el jardín con su presencia.

    Hubo un rayo de Sol, alguna vez,
    que entró por su ventana.
    Al sentirlo,
    el arte tomó forma en sus entrañas
    y fluyó la poesía.

    Hubo la luz que penetró el silencio
    y una ninfa traviesa
    camina por el tiempo:
    multiplica la noche o hace el día,
    dominando el silencio con su luz...

    La bailarina del manto de cristal
    lo llena todo con destellos plata:
    cordura y fantasía se entremezclan.
    La niña juega a ser princesa o hada,
    sabiendo que es mujer.

    Camina por la noche o por el día,
    su palabra es cordura,
    la razón es su guía;
    y baila en el silencio
    al compás de la música del mar.

    Con los hilos de plata de la lluvia
    el hada va tejiendo
    un horizonte mágico,
    lleno de amor, de rosas y sabiduría
    para la eternidad...

    Somos

    Como la vida es vida y siempre vida
    está llena de pájaros que cantan,
    el viento la acompaña.

    Los días se suceden con sus noches,
    construyéndola.

    En medio de los hombres y mujeres
    el tiempo me lastima o me acaricia.
    Yo soy un ser humano,
    diminuto e inmenso.

    La tierra nos regala con sus frutos
    de sol y lluvia.
    Los niños crecen, las gentes trabajan
    y me parece a veces,
    que hemos estado aquí desde siempre,
    compartiendo una misma experiencia.

    Viajeros compañeros de las aves,
    los ruidos, el silencio...
    Viajeros compañeros de las épocas
    con memoria en el tiempo,
    que comparten
    mil pequeñas historias
    y la historia de todos,
    herencia legada por nuestros ancestros.

    La vida es siempre vida y sólo vida:
    es sólo eso...

    Tiempo

    Desde el fondo del tiempo
    he contemplado
    a un anciano y su pasado.

    Llevaba el rostro marcado
    con surcos de sol y viento.
    Llevaba en sus manos callos
    llenos de trabajo y tiempo.

    ¡Y llevaba una sonrisa
    y una mirada tan frescas!,
    que llegaban hasta el alma
    en esa tarde serena.

    Iba contando su historia,
    sus trabajos y alegrías.
    Nos contaba cuánto extraña
    lo bueno de viejos tiempos.

    He contemplado a un anciano
    en una tarde serena.
    ¡Y llevaba una sonrisa
    y una mirada tan frescas!

    He contemplado el pasado
    en el rostro de un anciano.
    Y he sentido mi futuro
    en su sonrisa y sus manos.

    Encuentro

    Se encontraron un día
    un grupo de seres humanos,
    hombres y mujeres.
    Cantaban y reían.

    Venían de muchos sitios
    ¡y con cuántas creencias!
    Las habían encontrado
    al cabo de mil viajes
    por el saber humano.

    Ellos sólo jugaban.
    Eran seres-niños-gigantes.
    Jugaban y reían
    a causa de la hilaridad que les producían
    los mitos y los cuentos
    que hallaron en sus viajes.

    ¡Qué seres tan felices!
    Contaron mil historias:
    de dioses y demonios, de ninfas y de sátiros,
    de estrellas y de pájaros.

    Cantaban y reían,
    jugaban y bailaban.

    Jugaron y jugaron durante muchas horas:
    de dioses o demonios, de gusanos o pájaros,
    imitando los ritos de pueblos primitivos.
    Después de mucho rato, descansaron.

    Soy

    Tengo los sueños plenos de colores,
    pájaros bailarines los visitan
    (colores/ilusiones/esperanzas)
    para volar tan alto como ellos.

    Mis manos acarician y producen.
    Mis labios besan y mi boca gime.
    Soy expresión y soy sensación pura.

    Y camino las noches y los días
    con todos mis defectos y virtudes.
    Soy lo que soy, he sido quien he sido,
    disfrutando la vida.

    Por el sólo prodigio de natura
    soy un terreno fértil, preparado,
    como tierra en espera de semillas.
    Mi espíritu se asombra en esa espera
    y mis nervios se crispan;
    sin quererlo, me vuelvo vulnerable
    y activo mis defensas.

    Cuerpo y alma se entregan casi por completo
    a ese tiempo de espera...
    Me disgusto por nada y, por momentos,
    hasta quisiera adueñarme de tí.

    Cuando la espera acaba
    yo vuelvo a ser la misma
    que camina tranquilamente por su vida.
    Esto me ocurre cada ciertos días;
    soy mujer...

    Sensaciones

    I

    En los días callados y quietos
    que parecen inútiles,
    la poesía me llama.

    Recuerdo los poemas de los otros,
    de los que fueron y que ya no son,
    y encuentro en ellos
    sensaciones que no me son ajenas.
    ¡Son sensaciones mías!

    Hoy la lluvia
    no tiene para mí canciones nuevas,
    ya no me inspira el canto de los pájaros
    y el verbo ya no canta,
    a través de mi pluma,
    las cosas de la naturaleza.

    La sensación persiste...

    Es sensación de tiempo
    que exige ser vivido,
    de alguna otra manera.
    Es sensación de espera,
    en días duros e inmóviles
    que atrasan la faena.

    Es sensación de cosas
    que no me son ajenas,
    que muchos han sentido
    en una y en mil épocas.


    II

    Me parece que hoy
    podría escribir toda la noche,
    como si la Naturaleza
    quisiese regalarme con un poema,
    como si mil semillas
    me germinaran en las entrañas.

    Podría construir la trama de una novela,
    o escribir cinco cuentos y diez poemas;
    sonreír cien minutos, bailar tres horas,
    cantar y escuchar música.

    Hoy los árboles viven en mis entrañas
    y los pájaros trinan tonadas nuevas.
    Hoy la vida es más mía
    que de costumbre,
    me pertenece toda
    y me siento nueva;
    las voces de las gentes
    suenan más dulces
    y sus buenas sonrisas
    parecen más sinceras.

    Sonidos

    Voy a visitar un bosque
    que tenga una bella gruta,
    para escuchar los sonidos
    que me ofrece, allí, natura.

    Caminaré hacia los sitios
    donde se encuentran las máquinas,
    las fábricas, los productos.

    Por la noche o por el día
    caminaré por las calles
    con sus ruidos y su música.

    Luego, recorreré campos,
    campos plenos de trabajo
    y sembrados de cultivos
    que esperan ser cosechados;
    campos donde los motores
    de tractores y de máquinas
    emiten sonidos duros.

    Y, por seguir caminando,
    caminaré hacia la costa,
    donde el viento y el mar juegan...

    Recogeré los sonidos
    de los barcos y las olas,
    con los cantos de las aves
    y los de los pescadores.

    También, por seguir paseando,
    visitaré algunas gentes;
    escucharé sus palabras
    y escucharé sus canciones.

    Conseguiré, no sé adónde,
    alguna vieja batuta
    de un director retirado.

    Con todos esos sonidos
    y con la vieja batuta
    regresaré caminando
    hasta la gruta, en el bosque.

    Y, con todos los recuerdos
    de los sonidos del viaje,
    haré una sinfonía para tí.

    Concierto

    En el teatro las gentes
    ocuparon sus asientos.
    El ruido de murmullos
    se transformó en silencios.
    Poco a poco se apagaron las luces
    y comenzó la magia...
    Con bruma de colores
    se encendió el escenario
    y la noche fue música,
    silencios y canciones.
    Se me extravió tu rostro
    en medio de la gente
    y te fuiste metiendo, poco a poco,
    en la bruma, en la magia, en los colores.

    Y la flauta traversa te llevó no sé adonde,
    los violines te hicieron recordar no sé qué.
    Y los mágicos versos
    te robaron tus nombres:
    de todo lo que fuiste, no quisiste saber.

    Y la noche-silencio
    noche-música-mágica
    te envolvió en una fábula...
    Te llevaron las notas
    a un mundo que ignoré.

    "Estos músicos magos
    - me dijeron tus gestos-
    me llevan en un viaje.
    ¿Cuándo regresaré?"

    Luces, bruma, canciones,
    aplausos, más canciones.
    Verdades absolutas de valor temporal.
    Noche-fábula que lleva
    a ensueños compartidos
    y mis sueños caminan
    junto a los de los demás.

    Es la fábula de todos
    los que estamos cautivos
    en esta noche, aquí;
    con el ritmo que marcan
    los músicos, las notas,
    las luces: los demás.

    Fotógrafo pintor

    Este era un fotógrafo,
    este era un pintor.
    Jugó con el tiempo,
    jugó con la luz.

    Acidos y cámaras.
    Papeles, imágenes.
    Pinceles, colores
    y nuevas imágenes...

    Este era un pintor
    que creaba recreando,
    escuchando música
    mientras trabajaba.

    Dibujó las flores
    y los arcoiris,
    estrellas y soles.
    Hasta captó el viento
    con sus sensaciones;
    y también los sueños.

    Mil rostros surgieron
    entre sus papeles,
    con sonrisas nuevas
    dadas por pinceles...

    Arboles y pájaros
    y mares eternos
    con hermosas Venus
    surgiendo en la espuma.

    Capturó las noches,
    dibujó los días,
    los niños, las manos,
    las bellas mujeres.

    Este era un fotógrafo,
    este era un pintor
    que captó la vida
    tan llena de amor.

    Y aún así no pudo,
    con todo su arte,
    cámaras papeles,
    ácidos, pinceles
    y su inspiración;
    aún así no pudo
    capturar tus gestos,
    tus tiernas sonrisas,
    dibujar tu rostro
    como lo veo yo.

  • Lectorías: Espacio y percepción; tiempo y vivencia.